MEJORAR LA CALIDAD DE SALUD DE LAS PERSONAS. UN DESAFÍO PARA LAS CIUDADES
La población del mundo afronta complejos desafíos de salud desde un enfoque de derechos humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer una lista de diez graves amenazas para la salud humana. La contaminación del aire; enfermedades no transmisibles; pandemias; entornos frágiles; resistencia a los antimicrobianos; ébola y otros patógenos; renuencia o rechazo a las vacunas; dengue; VIH/SIDA; movimientos migratorios por conflictos políticos. Garantizar el acceso a la salud universal y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos es una prioridad en contexto urbanos saturados o de mucha densidad.
Por otra parte, hoy la agenda global de derechos humanos tiene como prioridad 5 grupos de población que se consideran con mayores niveles de vulnerabilidad: mujeres, jóvenes, niñas y niños, personas con discapacidad, migrantes y colectivo LGBTIQ. Estos grupos están más expuestos a los riesgos de salud enunciados por tres motivos convergentes: discriminación, desinformación y accesibilidad. Es fundamental que las Ciudades gestionen: mecanismos de prevención primarios, priorizando la atención y cobertura universal de cercanía (comunicación efectiva a nivel barrial); sistema de datos de población y territorio para la detección temprana; cooperación multi-agencias que diseñe y lleve adelante políticas de prevención multi-nivel; y políticas de empoderamiento de la ciudadanía mediante procesos participativos y comunitarios.
El derecho a la salud esta consagrado como un derecho humano fundamental y es parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro de la Agenda 2030. La salud es un determinante para que nuestras ciudades sean más humanas y enfocadas en las personas.
